miércoles, 30 de diciembre de 2009

Noche Vieja



Si quieres pasar una verdadera nochevieja divertida, no será necesario sobrepasar los límites.

FELIZ AÑO NUEVO

jueves, 17 de diciembre de 2009

¡Dibújame un derecho!



¡Dibújame un
derecho!

¡Nuevo concurso de pósters sobre los derechos del niño!
Hace veinte años, las Naciones Unidas adoptaron la Convención sobre los Derechos del Niño.

Este acuerdo implicó que, por primera vez en la historia, los países miembros de las Naciones Unidas se pusieron de acuerdo sobre una serie de derechos de la infancia, que se deben respetar en su integridad en cualquier situación y que abarcan sin excepción a todos los niños menores de 18 años. A día de hoy son ya 195 los países firmantes de la Convención.

La Dirección General de Justicia, Libertad y Seguridad de la Comisión Europea dedica la cuarta edición de su concurso de pósters a celebrar el aniversario de tan importante acuerdo.

¡Participa: aprende más sobre tus derechos, y exprésate sobre el tema!

¿Cómo?
Crea un equipo de cuatro personas (cuyos integrantes tengan entre 10 y 14 o 15 y 18 años), con un adulto como supervisor.

Elige un derecho específico de la Convención para ilustrar el póster.
Presenta tus ideas en un póster con formato A2.
¡El cómo y el qué dibujas quedan a tu entera elección!

¿Necesitas inspiración?
Echa un vistazo a los concursos de preguntas y respuestas, y consulta la Convención sobre los Derechos del Niño.

¡No olvides enviarnos tu póster antes del 19 de marzo de 2010!
http://www.eurojeune.eu/index_es.htm

viernes, 11 de diciembre de 2009

jueves, 10 de diciembre de 2009

miércoles, 9 de diciembre de 2009

Un simple platano


Un simple plátano

Después de 11 años trabajando como médico en uno de los países que hemos bautizado como ‘Tercer Mundo’, debí volver a mi casa por asuntos personales.

En una cena familiar, un pariente cercano me preguntó que para qué había estudiado Medicina si estaba malviviendo en una zona perdida de la selva. Sin siquiera darme tiempo a responder, justificaba socarronamente su duda afirmando que, para vivir así, mejor me hubiera hecho misionera y no habría tenido que ¿malgastar? los mejores años de mi juventud estudiando.

Lo realmente curioso es que casi todos los allí presentes le daban la razón haciéndome sentir un animal raro.

Quizá yo pensaría como ellos si me faltase la experiencia de estos años: muchos pacientes han llegado a ofrecerme un plátano como agradecimiento por haber ayudado en un parto o haber aliviado un dolor innecesario de una enfermedad incurable.

Un simple plátano, qué miseria para nuestros estómagos saciados, ¿verdad?. Lo que muchos no saben es que dos plátanos son la cena incluso la comida de un día completo de un matrimonio con tres niños. Sin embargo, en una acción de máxima gratitud (eso que a los occidentales nos falta) han reconocido mi modesto trabajo compartiendo conmigo lo máximo que tienen. ¿Puede un profesional sentir mayor satisfacción?

Dulcina Fonseca García

Monólogo

miércoles, 2 de diciembre de 2009