lunes, 16 de febrero de 2009

Para Marta



Aunque mis ojos ya no puedan ver ese puro destello,

que en mi juventud me deslumbraba;

aunque ya nada pueda devolver

la hora del esplendor en la hierba

de la gloria en las flores,

no hay que afligirse.

Porque la belleza siempre subsiste en el recuerdo.


William Wordsworth

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